Manicura al estilo de la Gran Manzana

La semana pasada tuve la oportunidad de probar un centro de estética que lleva sólo unos meses funcionando en madrid, Kenny Klose. Está ambientado en el Soho neoyorkino, butacas de cuero, muebles vintage… un ambiente muy agradable y acogedor para relajarte con cualquiera de los tratamientos que ofrecen: desde la manicura a la pedicura pasando por servicios de peluquería, masajes o tratamientos faciales.

Una de las cosas que más llama la atención es la impresora de uñas, un aparato del demonio capaz de imprimir en tus uñas la imagen que quieras! Puedes elegir entre un buen puñado de imágenes de su catálogo o si quieres algo especial puedes llevar tu propia imagen en un USB y ponértela en las uñas que quieras.

En esta ocasión me decanté por una manicura rápida y lo que más me sorprendió es que tienen toda una línea de esmaltes, aceites y productos de marca propia y de mi buena calidad (y precio, unos 10 euros), y os lo dice una desastre total de las manicuras, ya ha pasado una semana y aún sigue intacta. La verdad es que la paleta de colores es bastante extensa y me costó decidir, finalmente elegí un coral muy bonito para el verano, aquí os dejo el resultado final.

En cuanto a los tratamientos faciales, no tuve la oportunidad de probarlos, pero que utilicen productos prefesionales de Selvert Thermal ya es una garantía.

Si os decidís a probarlo podéis elegir entre sus dos locales de Madrid, el de la calle Cea Bermúdez 10, que además ofrece servicios de peluquería, y el de Padre Damián, 18.

Un exfoliante para comérselo

“mmmmmm, ¡qué bien huele!”. Esta será segurante la primera expresión de todas las usuarias del exfoliante Marmelade Scrub de Framboise de Selvert Thermal, de su gama Delicatessen. ¿La segunda? “¡Parece una mermelada de verdad, dan ganas de comérsela!”. Y es que sin duda, son las primeras sensaciones que tenemos todas al destapar el producto: el olor penetrante de la frambuesa y su aspecto de mermelada, todo un lujo para las golosas como yo y un acierto para las que quieran disfrutar de una experiencia sensorial en una de las rutinas cosméticas que todas repetimos un par de veces por semana.

Después de destapar el exfoliante surgen las primeras dudas, ¿será pegajoso? La verdad es que no, la textura es muy agradable, más suave que un exfoliante al uso, casi como una gelatina, lo que anima al uso en estos días de calor. El tarrito de 50 ml viene acompañado por una espátula que recomiendo incluso para las que nos encanta toquetear todo con los dedos, ya que facilita la aplicación de esos pequeños granulitos que simulan las pepitas de la frambuesa.Estos granulitos también sembraron mis dudas, ¿un poco gruesos para ser un exfoliante facial? La verdad es que no, ya que proporcionan un masaje en la cara muy agradable.

En cuanto a los resultados, yo lo he utilizado dos veces por semana durante unos 15 días, y la verdad es que lo recomiendo, deja la piel limpia y lista para aplicar una crema hidratante o maquillarte. Una de las cosas que más me gustado es, que al contrario que otros exfoliantes o mascarillas limpiadoras, la sensación después de un rato de retirarlo es que la piel se queda hidratada y nada tirante.